H3RMA MONTAÑO GARCÍA
Marcel Proust, importante escritor francés de principios de siglo XX, decía que a veces no es tan importante descubrir nuevas tierras, como de ver las misma con ojos renovados.
Muy buenos días señores padres de familia, maestros y alumnos, el día de hoy 20 de julio de 2017 festejamos la culminación de un importante proceso. Se trata de un proceso de formación en donde hemos trabajado con los niños y las niñas para que puedan ver el mundo con ojos renovados, y que a su vez puedan ir transformando su mundo, es decir, se trata de suscitar en ellos miradas capaces de revestir de belleza y alegría un mundo tan complejo, fragmentado y violento como al que asistimos.
Un mundo, por cierto, que muchos autores han calificado como la era de la crisis civilizatoria o multidimensional. Por eso, en Carrusel del Istmo no podemos no estar firmemente convencidos, que frente a este mundo es un deber ético e histórico poner en primer plano la generación de agentes creativos, transformadores, críticos y sensibles, más aun, tratándose de una edad tan importante y estratégica en el desarrollo de todo ser humano. Creemos que no hay otra manera para aprender ser, hacer, comprender y actuar de la mejor manera frente a un mundo tan cambiante e interconectado que no pocas veces escapa a nuestra capacidad de interpretación.
Por ello festejamos, pues podríamos decir que también nos graduamos, sobre todo los padres de familia, quienes también son una variable muy importante para la culminación tentativa de este largo camino de formación. Y por otra parte, es un momento de agradecimiento para toda la comunidad educativa, es decir, para maestras, maestros y por supuesto que para los niños y para las niñas.
Por eso y por otras muchas razones hoy estamos felices, porque en este contexto, una graduación escolar es motivo de mucha alegría y también de mucha esperanza.
Sabemos que donde hay crisis también hay esperanza, y en ese sentido sus hijos son hoy un signo de mundos alternativos y mucho más humanos.
Queridos niños y niñas, finalizo dirigiéndome a ustedes. Me da mucho gusto y emoción verlos contentos, sé que se van de vacaciones y por ello extrañaremos sus risas, cantos, juegos y preguntas.
Sepan que su escuela no solo es un espacio de aprendizaje académico, sino también de mucho crecimiento en todos los sentidos de la palabra: desde el deportivo, el artístico e indudablemente que el aspecto personal.
Reitero mis felicitaciones a todos los presentes y en especial a ustedes niños y niñas, y sepan que siempre los esperaremos con mucho entusiasmo y con los brazos abiertos.
Muchas gracias.